La deuda pública europea crece impulsada por el gasto en defensa

El aumento del gasto militar y el débil crecimiento económico agravan el endeudamiento en la eurozona, con Francia, Italia y España entre los más afectados.
Aumento de la deuda pública europea por el gasto militar Aumento de la deuda pública europea por el gasto militar

Europa frente a una deuda sin freno

La deuda pública europea continúa su ascenso, sin señales de estabilización a corto plazo. En un contexto de crecimiento económico moderado y una inflación controlada que no contribuye a aliviar las cargas financieras, los países del continente enfrentan una presión fiscal creciente. La situación es especialmente delicada en Europa Central y del Este, donde la proximidad con Rusia ha obligado a los gobiernos a aumentar su gasto en defensa, generando un efecto dominó sobre las cuentas públicas.

En la zona euro, economías como Francia, Italia y Grecia registran deudas históricamente elevadas. Francia supera el 115% del PIB, una cifra cercana a los niveles alcanzados durante la pandemia. Lo que antes parecía una excepción, hoy se consolida como una tendencia generalizada. El Banco Central Europeo (BCE) advierte que, de mantenerse este ritmo, la deuda del bloque podría convertirse en un freno estructural al crecimiento.

El gasto militar agrava los desequilibrios fiscales

Uno de los factores más determinantes en la escalada de la deuda es el incremento sostenido del presupuesto militar. Países como Polonia, Letonia y Lituania han redoblado su inversión en armamento y seguridad ante la amenaza geopolítica del Este. En Polonia, la deuda pasó del 52% al 58,1% del PIB en solo un año, mientras que Finlandia experimentó un aumento del 7,8%, impulsado tanto por el estancamiento económico como por las nuevas inversiones en defensa.

Este proceso de militarización económica refleja un dilema estratégico: garantizar la seguridad nacional a costa de elevar la deuda pública. A largo plazo, este enfoque podría comprometer la estabilidad fiscal y limitar la capacidad de los Estados para invertir en áreas como educación, innovación o transición energética.

España: deuda elevada pese a la recuperación económica

En el caso de España, la deuda pública alcanzó un máximo histórico de 1,69 billones de euros en agosto de 2024, equivalente al 103% del PIB. Aunque el porcentaje ha disminuido ligeramente respecto al año anterior, el volumen absoluto sigue siendo preocupante. La Administración central concentra más del 93% del total, lo que evidencia una fuerte dependencia del gasto público estructural.

La economía española, pese a mostrar signos de recuperación, continúa lastrada por problemas estructurales y un contexto internacional incierto. La guerra en Ucrania ha forzado un aumento del presupuesto militar, al tiempo que la crisis energética europea ha reducido los márgenes fiscales. Además, la inflación, aunque contenida, ya no actúa como un factor que reduzca el peso real de la deuda.

Reformas estructurales o estancamiento prolongado

Reducir la deuda pública europea será un desafío complejo. Las opciones incluyen reformas fiscales coordinadas, mayor inversión en sectores estratégicos y políticas de crecimiento sostenible. Sin embargo, muchos gobiernos aún no asumen el coste político de impulsar estos cambios.

Como resultado, la deuda se ha convertido en un síntoma de desequilibrios profundos dentro de la Unión Europea: una economía dependiente del gasto público, una política monetaria restrictiva y una geopolítica que exige más inversión en seguridad. Si los Estados no encuentran un equilibrio entre defensa y desarrollo, la próxima década podría estar marcada por una Europa más segura, pero también más endeudada.

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