Irán llama a la cooperación islámica para afrontar la crisis del agua

El ministro Abbas Aliabadi insta a unir esfuerzos técnicos y éticos para una gestión sostenible del agua en países musulmanes
Ministro iraní Abbas Aliabadi en conferencia sobre cooperación hídrica islámica Ministro iraní Abbas Aliabadi en conferencia sobre cooperación hídrica islámica

Cooperación hídrica como deber técnico y moral

El ministro de Energía de Irán, Abbas Aliabadi, exhortó a los países musulmanes a cooperar activamente en la gestión del agua, calificándola como “una necesidad técnica y una responsabilidad basada en la fe hacia las generaciones presentes y futuras”. Sus declaraciones se produjeron durante la 5.ª Conferencia de Ministros a Cargo del Agua de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), celebrada en Yeda, Arabia Saudí.

Aliabadi advirtió que los problemas hídricos podrían convertirse en fuente de competencia y conflicto, aunque recordó que la civilización islámica ha ofrecido históricamente ejemplos de sabiduría colectiva, justicia y participación social en la gestión de los recursos naturales. Propuso revitalizar sistemas tradicionales como los qanats y las cisternas subterráneas, combinando la ciencia moderna y la fe dentro de políticas conjuntas regionales.

Además, destacó que Irán ha alcanzado avances notables en autosuficiencia y desarrollo sostenible del sector hídrico, pese a las sanciones internacionales. “Hemos construido grandes presas, plantas hidroeléctricas y de tratamiento de aguas tanto dentro del país como en el extranjero”, subrayó el ministro.

Experiencia iraní en gestión sostenible del agua

El responsable iraní explicó que los expertos del país han desarrollado proyectos avanzados de transferencia y distribución de agua potable, así como de tecnologías locales para el tratamiento de aguas residuales y riego moderno. También mencionó la construcción de presas de gran y mediana escala con criterios ambientales y la creación de sistemas de monitoreo de calidad del agua.

Pese a su clima predominantemente árido y semiárido, Irán figura como el tercer país con más presas activas y en construcción del mundo, con cerca de 190 infraestructuras hídricas. No obstante, Aliabadi reconoció que el suministro de agua potable sigue siendo uno de los mayores desafíos en numerosas provincias y ciudades iraníes, donde la escasez y el estrés hídrico se agravan año tras año.

Desafíos compartidos y propuesta de cooperación regional

Aliabadi subrayó que Irán y sus vecinos enfrentan retos comunes derivados del cambio climático, la disminución de lluvias y la presión sobre los recursos hídricos superficiales y subterráneos. “Nos esforzamos por avanzar hacia la convergencia y no hacia la confrontación”, afirmó.

El ministro recordó que Irán mantiene una larga trayectoria en la gestión de ríos transfronterizos y en la resolución de conflictos ambientales mediante el diálogo y la cooperación, evitando la politización del agua. Propuso, además, el intercambio de experiencias entre países islámicos en el manejo de recursos hídricos en regiones áridas, el uso de tecnologías para reducir pérdidas agrícolas, la gestión de sequías, inundaciones y contaminación, y el acceso universal a agua potable segura.

Entre sus principales iniciativas, Aliabadi propuso la creación de un Consejo Islámico para la Seguridad Hídrica y Alimentaria Sostenible y de un Centro Islámico de Innovación en Agua, con el fin de promover la transferencia tecnológica y el desarrollo conjunto de soluciones.

Por esta razón, el ministro insistió en que el futuro del agua en los países musulmanes dependerá de la solidaridad técnica, científica y ética, pilares que permitirán equilibrar las necesidades del presente con los derechos de las generaciones futuras.

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