Diplomacia tras el cese de hostilidades
El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araqchi, declaró que la aceptación de su país al llamado al alto al fuego ha abierto una nueva oportunidad para la diplomacia integral en Oriente Medio. En un artículo publicado en el diario libanés An-Nahar, Araqchi subrayó que la región se encuentra en un momento decisivo: continuar con ciclos de violencia o avanzar hacia una paz duradera.
«La respuesta de Irán no solo reafirma nuestro papel en la causa palestina, sino que demuestra un cambio en el equilibrio regional», escribió el canciller. Destacó que la resistencia iraní frente a la agresión israelí ha quebrantado el mito de invencibilidad del régimen de Tel Aviv, históricamente respaldado por EE.UU.
Consenso islámico y justicia internacional
Araqchi recordó que la Organización de Cooperación Islámica (OCI) calificó los ataques contra Irán como un «crimen de guerra» según el derecho internacional. Además, 57 países miembros exigieron a la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) condenar los ataques a instalaciones nucleares iraníes, como Natanz y Fordow, y llevar el caso al Consejo de Seguridad de la ONU.
El ministro comparó la actual unidad del mundo islámico con la movilización tras el incendio de la Mezquita de Al-Aqsa en 1969, cuando se celebró la primera cumbre islámica en Rabat. Hoy, según él, resurge ese espíritu colectivo, libre de divisiones sectarias o geopolíticas.
Condiciones para una paz sostenible
Araqchi planteó dos pilares para lograr la paz:
- Garantías de seguridad: Un alto al fuego legalmente vinculante que evite nuevas agresiones, con supervisión del Consejo de Seguridad de la ONU.
- Justicia: Sanciones prácticas contra Israel y EE.UU. por los ataques a instalaciones nucleares bajo salvaguardias del OIEA.
Propuso además la creación de un «Tribunal Islámico de Derechos Humanos», similar al europeo, para abordar casos como el de Gaza. Bajo la presidencia turca de la OCI, sugirió formar un comité preparatorio para este fin.
«La estabilidad en Oriente Medio, libre de armas nucleares, es posible mediante cooperación», concluyó Araqchi, instando a priorizar el desarrollo económico y la unidad islámica.
