Tecnología de punta desentraña secretos evolutivos
Un equipo internacional de científicos ha reconstruido los patrones alimenticios de los peces pulmonados, ancestros directos de los primeros animales terrestres, mediante el análisis de fósiles de 380 millones de años hallados en Australia. La investigación, publicada en iScience y liderada por la Universidad de Flinders, empleó modelado 3D y análisis de elementos finitos (FEM) para estudiar la resistencia estructural de mandíbulas fosilizadas, revelando cómo estos vertebrados marcaron un hito en la transición del agua a la tierra.
El yacimiento de Gogo, en el norte de Australia, proporcionó fósiles excepcionalmente conservados de siete especies de dipnoos (peces pulmonados). Cinco de ellos fueron sometidos a FEM, técnica de ingeniería que simuló las fuerzas ejercidas durante la mordida. «Sorprendentemente, algunas mandíbulas delgadas mostraban mayor resistencia que las robustas», explicó la Dra. Alice Clement, autora principal del estudio.
Claves para entender la conquista de tierra firme
Los resultados demuestran que estas especies desarrollaron estrategias alimenticias diversas para reducir competencia en el mismo ecosistema. Según el profesor John Long, paleontólogo coautor del trabajo, esta diferenciación trófica explica la alta biodiversidad en los arrecifes del período Devónico, hace 360-420 millones de años.
El estudio confirma que los sarcopterigios (grupo que incluye a peces pulmonados y tetrápodos) experimentaron adaptaciones clave en su anatomía mandibular, allanando el camino para la vida terrestre. «Son el eslabón perdido entre los peces y los vertebrados de cuatro extremidades, incluidos los humanos», destacó Clement.
Revolución tecnológica en paleontología
La aplicación de FEM —usado normalmente en aeronáutica— permitió cuantificar por primera vez la fuerza de mordida de estas especies extintas. Los escáneres de alta resolución revelaron que, pese a su antigüedad, estos fósiles conservaban detalles microscópicos de tejidos blandos fosilizados.
Este avance metodológico abre nuevas perspectivas para estudiar la evolución funcional de vertebrados ancestrales. «Transformamos huesos inertes en datos dinámicos sobre su comportamiento», afirmó Long. Los hallazgos refuerzan la teoría de que la diversificación alimenticia fue crucial para la explosión de vida durante el Devónico, considerado el «auge de los peces».