Una política monetaria orientada a la estabilidad y la resiliencia
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El Banco Central de Irán (BCI) ha iniciado una estrategia sostenida de incremento de sus reservas de oro durante los últimos dos años, siguiendo el modelo de economías líderes en la gestión de activos estratégicos. Según declaró Yekta Ashrafi, vicepresidenta de gestión y recursos del BCI, esta medida busca reforzar la estabilidad financiera, disminuir la dependencia de divisas extranjeras y aumentar la resiliencia económica nacional.
Ashrafi explicó que la entrada reciente de lingotes de oro al país —procedentes de inversionistas extranjeros por un valor aproximado de 4 millones de dólares— representa un paso importante hacia la diversificación de los activos de reserva. “El fortalecimiento de nuestras reservas de oro respalda el poder adquisitivo del rial y refleja una visión estratégica del gobierno frente a la volatilidad internacional”, afirmó.
La funcionaria subrayó que el plan del Banco Central se desarrolla dentro del marco de las normas internacionales de gestión de riesgos financieros y diversificación de activos, una línea de acción que sitúa a Irán en sintonía con las mejores prácticas globales.
El oro como activo refugio y herramienta de política monetaria
De acuerdo con teorías monetarias clásicas y contemporáneas, el oro actúa como activo de refugio en tiempos de inestabilidad, mitigando los efectos de la inflación y las fluctuaciones cambiarias. En este contexto, el aumento de las reservas otorga al Banco Central una mayor capacidad para controlar los choques del tipo de cambio, gestionar la liquidez y reducir riesgos sistémicos.
Ashrafi destacó que, al ampliar la proporción de oro en las reservas, el país puede proteger su independencia monetaria frente a sanciones externas y turbulencias globales. “El oro no solo tiene un valor financiero; es un símbolo de soberanía económica y una herramienta eficaz de estabilización”, precisó.
Además, recordó que el BCI eliminó en 2022 los aranceles sobre las importaciones de oro, una medida que facilitó la repatriación de fondos bloqueados en el extranjero y estimuló la entrada de metales preciosos por canales oficiales. Esta política también permitió combatir el contrabando y estabilizar el mercado cambiario interno, en línea con los objetivos de control de inflación y respaldo al rial.
Diversificación y modernización de las reservas internacionales
La estrategia iraní de diversificación de activos de reserva busca equilibrar las tenencias en oro con una cartera de divisas internacionales que proporcione mayor flexibilidad monetaria. Según Ashrafi, los países con reservas diversificadas muestran una menor vulnerabilidad ante crisis financieras y pueden responder con mayor agilidad a los cambios del entorno global.
En ese sentido, el Banco Central de Irán pretende consolidar un modelo de gestión de reservas mixto, combinando oro, monedas fuertes y otros activos estratégicos, de modo que el país pueda enfrentar con mayor estabilidad las presiones externas.
La funcionaria concluyó que esta política “refleja una visión prospectiva y prudente de la gestión económica, orientada a garantizar la sostenibilidad y la independencia del sistema financiero iraní”.
Para conocer más sobre el impacto del oro en la política monetaria global, puede consultarse el análisis sobre resiliencia financiera en economías emergentes y el informe sobre diversificación de reservas internacionales.