Cooperación Irán-Rusia impulsa nuevas alianzas en BRICS y la OCS

Aref destaca en Moscú que los mecanismos multilaterales pueden acelerar la relación bilateral
Reunión de Aref y Mishustin sobre cooperación Irán-Rusia Reunión de Aref y Mishustin sobre cooperación Irán-Rusia

Integración estratégica en organizaciones internacionales

El primer vicepresidente iraní, Mohammad Reza Aref, afirmó en Moscú que la cooperación entre Irán y Rusia dentro de plataformas multilaterales como BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y la Unión Económica Euroasiática puede aportar “mayor impulso” a los vínculos bilaterales. El alto funcionario llegó a la capital rusa para participar en la vigésimo cuarta reunión de primeros ministros de la OCS, acompañado de una delegación de alto nivel. Además, mantuvo encuentros paralelos con representantes de varios países miembros, lo que reforzó el carácter estratégico de su visita.

Aref subrayó que estas organizaciones ofrecen capacidades excepcionales para ampliar la cooperación económica, energética y logística. Por esta razón, sostuvo que la participación activa de ambos países en estos marcos multilaterales permite consolidar una agenda conjunta orientada a la estabilidad regional. Como resultado, Teherán y Moscú podrían acelerar proyectos de conectividad y profundizar en iniciativas que refuercen su presencia en Eurasia.

Impulso al acuerdo de asociación estratégica

Durante la reunión con el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, Aref destacó el valor del Tratado de Asociación Estratégica Integral, firmado por ambos países a principios de año. Este documento, concebido para dos décadas, establece las bases para ampliar la cooperación en áreas como energía, transporte, agricultura, salud y turismo. Además, contempla acciones conjuntas frente a desafíos comunes, como desastres naturales, terrorismo y crimen organizado, así como incentivos para promover la inversión mutua.

El vicepresidente iraní también llamó a eliminar los obstáculos que dificultan la aplicación de los acuerdos alcanzados este año en la Comisión Económica Conjunta. Como resultado, insistió en que una coordinación más eficiente permitiría acelerar los compromisos de cooperación ya establecidos. Este enfoque complementa los objetivos marcados por ambos gobiernos para reforzar su posición en redes regionales de comercio y transporte.

Infraestructura y comercio en la agenda euroasiática

Por su parte, Mishustin afirmó que Moscú busca fortalecer sus relaciones con Teherán sobre la base de la buena vecindad y la convergencia económica. Afirmó que la entrada en vigor del Acuerdo de Libre Comercio entre Irán y la Unión Económica Euroasiática abrió oportunidades concretas para ampliar el intercambio comercial. Además, destacó el potencial del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur, considerado una ruta estratégica para conectar Eurasia con el Golfo Pérsico y el subcontinente indio.

Este corredor ha adquirido relevancia para países interesados en diversificar rutas logísticas y reducir costes de transporte. Por esta razón, la coordinación entre Irán y Rusia en este proyecto se ha convertido en un componente clave de su agenda económica compartida. Asimismo, el avance del corredor podría favorecer nuevas inversiones vinculadas a infraestructura ferroviaria y portuaria, esenciales para la competitividad regional.

Perspectivas para la región y la relación bilateral

La participación de Irán en BRICS y la OCS refuerza su estrategia de inserción en mecanismos de gobernanza alternativos y en redes de cooperación no occidentales. Como resultado, Teherán y Moscú exploran una agenda común que abarca desarrollo económico, seguridad y conectividad. Además, su aproximación conjunta facilita márgenes de maniobra frente a fluctuaciones geopolíticas y amplía las oportunidades de influencia en Asia Central.

La convergencia entre ambos países responde tanto a factores económicos como a la búsqueda de nuevas alianzas internacionales. En este contexto, los compromisos adquiridos en Moscú podrían acelerar la ejecución de proyectos ya acordados y abrir espacios para futuras iniciativas. También permitirían reforzar el papel de Irán como puente hacia mercados emergentes, una cuestión de creciente interés para estudiantes, empresarios y analistas del ámbito ibero-iraní.

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